Con estas palabras el Rey reconocía la labor incansable de Iglesias, uruguayo de origen asturiano que durante ocho años ha comandado la Secretaría General Iberoamericana desde su creación en la Cumbre de Salamanca (2005) hasta finales de 2014, momento en el que cedió el testigo a la costaricense Rebca Greenspan.
Los Reyes, acompañados por los Príncipes de Asturias, presidireron en el Salón de Columnas del Palacio Real esta ceremonia, a la que han acudido el presidente del Senado, Pío García Escudero, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.
En su discurso de agradecimiento, Enrique Iglesias, de 84 años, evocó su origen asturiano pero también la “sociedad modesta y solidaria” de Uruguay que le abrió sus puertas y le facilitó una educación. La distinción recibida hoy de manos del Rey, ha añadido, “porta el mensaje de que se puede, que los pobres españoles que emigramos no perdimos la madre patria, nos enriquecimos con una patria hermana que nos dio la oportunidad que necesitábamos”. También trasladó su convicción de que el desarrollo de la Comunidad Iberoamericana “no es una ilusión retórica” sino “un camino que se va haciendo al andar que va dejando huellas para que otros puedan seguir avanzando”.
El Toisón -cuyas insignias y Collar deben ser devueltos tras el fallecimiento del titular- nació como una orden de Caballería creada en 1430 por el duque de Borgoña, con motivo de su matrimonio con Isabel de Portugal, y pasó, por el matrimonio de la duquesa María con el emperador Maximiliano, a su nieto Carlos I, por lo que, desde aquel momento, los reyes de España son los soberanos de la Orden. El recientemente fallecido Adolfo Suárez, también Miembro del Club de Madrid, y Javier Solana, Miembro Honarario de la Organización, también fueron distinguidos con esta orden.